La semana pasada en México, cuando las medidas no eran tan restrictivas y aún así guardando mi debida distancia, decidí dar la vuelta a la manzana en mi coto. Como mediador no me imaginaba que justo a la mitad presenciaría un conflicto vecinal. Un conflicto comunitario en tiempos de contagio por la presencia del llamado Coronavirus ( SARS-COV-2)
Resulta que un vecino había subido el volumen de su música ( no siempre todos tienen los mismos gustos) a tal nivel que en efecto resultaba molesto para otros vecinos y ya tenía bastantes horas con ella. Ya en la tarde salió para despedir a otro familiar que lo había acompañado en su encierro.
Yo en aquel momento iba caminando y veo a la distancia a otro vecino bastante molesto por su caminar y sus gestos que se acercaba y le preguntaba ¿Así que eres tu el de la música? y remangándose las mangas.
A la distancia y en el otro extremo evidentemente pensé " este conflicto puede ponerse peor"
El vecino de la música le responde: "Sí soy yo y qué. Es mi casa" El vecino inconforme le expresa: "Pues ya estuvo bueno, muchos trabajamos en casa y nuestros hijos también tienen deberes en línea y tu música no nos deja hacer nuestras actividades" Para colmo, noté que el vecino de la música alegre estaba alcoholizado.
Un jardinero me ubico y les dijo calmen aquí está el mediador y esposo de la administradora. Las partes, dieron el consentimiento tácito, de que hablara y pude parafrasearlos, invitándolos a ser empáticos a base de preguntas. Al final, decidieron que sólo podría poner su música un tiempo más y con un volumen menor y ya en una hora apagarla.
Mi esposa posteriormente como Administradora dialogo con la esposa del vecino que puso su música y lo invito a cumplir el acuerdo al que habían llegado.
Estuvimos dudando si se cumpliría o no. Para nuestra sorpresa, sí se cumplió el acuerdo y las cosas terminaron bien.
Seguimos encerrados y ya no ha habido este problema u otro.
Sé que el Instituto de Justica Alternativa del Estado de Jalisco ha cerrado, no obstante los conflictos continúan y por ello es importante que las personas sepan de la cultura de la paz y los beneficios del diálogo. Más aún en tiempos de contagio.
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