La libertad y las nuevas tecnologías en el nuevo orden mundial


 El pasado viernes 21 de Febrero  Jaime Guerrero Vázquez escribió un artículo El futuro ¿utopía o distopía? En éste menciona que Bill Gates ha alertado sobre los diversos riesgos que se aproximan, entre ellos están: el cambio climático, bioterrorismo, pandemias y... la inteligencia artificial (IA).

    Asimismo concatena  la aseveración con otras afirmaciones de  expertos en las nuevas tecnologías que advierten la necesidad de mitigar los riesgos e ir con mayor cautela en  concreto con el desarrollo de la IA.

Sin embargo, la realidad que estamos presenciando no refleja que se esté  tomando mucha moderación al respecto. Vemos cada día que la misma se está desarrollando vertiginosamente y con poca regulación. La Unión Europea es una de las excepciones, realizando  esfuerzos por atender el tema.

Vinculado con lo anterior,  se ha creado una  nueva prueba  denominada "El último examen de la humanidad" la que ha sido desarrollada por expertos  de diversas disciplinas para que la IA no pueda responderlas por su complejidad y en su caso ver hasta dónde rompe la frontera.  ¿La IA podrá aprobarla ? Algunos creen que es sólo cuestión de tiempo.

Nuevo Orden Mundial,  Nuevas Tecnologías y las concepciones de  libertad.

Con la llegada de Donald Trump se ha sacudido el tablero mundial  y ya se habla de un nuevo orden por diversos articulistas. No obstante que ha sido un avance gradual  en todo el mundo  tal como lo advirtió Moises Naim los autócratas han sabido aprovechar  tácticas como el populismo  y la posverdad para aferrarse al poder  amplificando la polarización en las redes sociales

 El impacto geopolítico  es evidente en todo el plantea y en diversas temáticas  (derechos humanos, comercio,  diplomacia, política interna e internacional...) 

Las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial y el predominio de  las redes sociales no son la excepción, sino inclusive uno de los tesoros en disputa por las grandes potencias. Shoshana Zubof ha advertído del capitalismo de la vigilancia. El valor de los datos, información y comportamiento humanos  está de por medio.

Los valores  que se admiraban en Occidente ya no son entendidos de la misma manera por los nuevos actores. 

Estados Unidos con Donald Trump en la cabeza  se desmarca y Europa  entra en un  momento en que debe definir si defenderá los valores que sostenían a las instituciones globales.

El Vicepresidente Vance en Múnich expresó: "La amenaza que más temo para Europa no es Rusia, no es China, no es un factor externo. Es la amenaza interna” Y esta es, a su juicio es  “la retirada de algunos de sus valores fundamentales, valores compartidos con EE UU”. “La libertad de expresión está en retroceso en Europa, me temo”

No sólo es  el contenido  de dicha libertad de expresión hacia ciertos valores. 

Hay un debate sobre el wokismo y el antiwokismo muy presente. Con la llegada sel segundo mandato del gobierno de Trump y en diversos estados  hay expresiones a favor o en contra de lo anterior. Aunque el tema no es nuevo, ya desde antes diversas Universidades estaban teniendo  conflictos por estas cuestiones. Gradualmente se dejó de expresar ideas u opiniones y ello ha impactado en la libertad de catedra. Hoy se extiende en diversas esferas y ámbitos de la sociedad.

Surge  además la cuestión,  qué tipo de límites debe tener la libertad de expresión  y qué tanta regulación debe existir, añadiendo que ahora hay un entorno digital cada vez más presente en nuestras vidas, donde el poder económico de quienes  acaparan los mismos son monopolios. 

 Las políticas de X ( antes Twitter) como de Facebook, empresas tecnológicas, son más laxas ahora y lo dejan a la autoregulación y automoderación de las propias comunidades.  El riesgo en efecto es que circule desinformación.  Hay un debate  respecto a qué tanto se debe limitar la libertad de expresión en  plataformas privadas. 

Ahora el navegante internauta debe valorar en qué red social o plataforma quiere nadar, tomar precauciones, ser  perspicaz y crítico ante el oceanos de datos para no tragarse  cualquier cosa. El tema es que a la mayoría no se le da pensar o detenerse a reflexionar. Así que los ganadores muchas veces son quiénes aprovechan lanzar dichos mensajes con ciertos fines.

Como podemos ver, las dominantes empresas de tecnología pareciere que no quieren ser quienes límitan la libertad de expresión, ni  tampoco desean tener  muchas  regulaciones por  que podría conllevar  afectaciones económicas y otros costos.  ¿Será como dice Yanis Varoufakis que el capitalismo está siendo reemplazado por un nuevo sistema y no  lo hemos visto?  

Más allá de lo anterior, Estados Unidos y China  están compitiendo en posicionarse como pioneros en innovación tecnológica ( como en otros temas)  ¿Y qué pasa con Europa? Este es el momento decisivo. ¿Se quedará atrás o avanzará? El tiempo transcurre rapidamente. 

En cuanto a las redes sociales sucede algo similar como menciona Marta Peirano. Frente a la consolidación de la oligarquía tecnológica no hay quiénes hagan frente con una opción diversa: pública, comunitaria y abierta.

    Bluesky surgió como alternativa a Twitter y de momento sólo fue una irrupción momentanea  en algunos países que no ha logrado crecer e incluso su contenido empieza a corromperse porque ya tiene elementos tóxicos. 

    Como ciudadanos nos toca estar alerta ante todos los cambios y en cuanto a nuestros datos e información  no hay que regalarlos como si no valieran nada intercambiándolos por algunas ventajas o comodidades a cualquier empresa o gobierno. 

Es una advertencia que los expertos ya lo habían dicho, ahora el peso les da la razón con mayor ahinco. 



    



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