Censura y Libertad de expresión en México: La tendencia peligrosa

 

Previamente ya habiamos comentado la preocupación sobre casos en los que la libertad de expresión se está viendo afectada en México

Y en otro artículo cómo se correlaciona con el daño moral como herramienta para atacar a quién usando su libertad de expresión se atreva a críticar a los que ostentan el poder.

La situación sigue dicha tendencia peligrosa.

Una ciudadana escribe en  la red social X su crítica y es condenada. 

Al enterarme del caso me quedé con la boca abierta y sorprendido  de que fuera real.

Una ciudadana en la red social de la empresa "X" antes Twitter expresó  en pocos caracteres  una crítica a un político  y a una candidata. Sí,  como lo hace cualquiera en dicha comunidad, pero fue demandada ante el Tribunal Electoral  y  la sentencia la condenó: ¡Por violencia de género!

Supe de la noticia por la opinión de Vania de Dios en su artículo ¿Violencia o censura en un tuit? Rescato su conclusión:

 "¿Violencia de género o censura por un tuit? La violencia política en razón de género puede prestarse para la censura y la persecución política y jurídica de quienes critican a funcionarios; denegando así la libertad de expresión. La discusión de fondo es la crítica, su (in)tolerancia y el precedente de que, a partir de hoy, cualquier opinión pueda ser sancionada"

Al respecto Sergio Sarmiento menciona en el periódico Mural lo que sucedió y expresa su opinión: 

"La hoy diputada federal del Partido del Trabajo, Diana Karina Barreras Samaniego, esposa del poderoso líder de los diputados de Morena, Sergio Gutiérrez Luna, presentó la denuncia contra Estrella. La sentencia del Tribunal Electoral, con dos votos a favor y dos en contra, pero con voto de calidad emitido por la presidenta morenista del tribunal, Mónica Soto Fregoso, condenó a Estrella a pagar una multa, pese a ser una ciudadana sin participación política. Además, la sentencia buscó humillarla. La condenó a emitir disculpas públicas 30 días consecutivos, a consultar bibliografía sobre lenguaje no sexista y violencia contra las mujeres (¿cuáles serán las palabras sexistas en su mensaje: "berrinche", "esposa", "desmadrar" o "candidatura"?), tomar un curso de género (¿para aprender a ser una mujer respetuosa del régimen?), publicar la sentencia en sus redes y permanecer 18 meses en el Registro Nacional de Personas Sancionadas."

Asimismo Sergio Sarmiento agrega otros casos más y concluye con evidente preocupación por lo que implica para la democracia de nuestro Páis y los derechos humanos:

" Laisha Wilkins, actriz, productora y conductora, conocida en redes como Lai Reina de Dinamarca, ha sido notificada de una denuncia ante el Tribunal Electoral por haberse referido a Dora Martínez Valero, excandidata a ministra de la Suprema Corte que se autodenominó "Dora la transformadora", como Dora "la censuradora". 

En Campeche la gobernadora Layda Sansores ha conseguido que una juez local ordene el cierre de un medio, Tribuna (fundado por su padre, el priista Carlos "El Negro" Sansores), y prohíba a su exdirector Jorge Luis González Valdez ejercer el periodismo durante dos años. 

El gobierno de Puebla ha promovido una ley para censurar expresiones en redes sociales que insulten, ofendan, injurien o agredan reiteradamente a otra persona. 

En Sinaloa, la diputada morenista Teresa Guerra Ochoa presentó una iniciativa para castigar penalmente publicaciones en redes sociales si "difaman", "denigran" o "generan daño emocional" (ante la avalancha de críticas, la iniciativa fue retirada).

Una democracia no puede existir sin discusión crítica y libre. La libertad de expresión debe prevalecer no solo en los medios sino también en "las benditas redes sociales", y debe amparar no solo a periodistas, sino a políticos y ciudadanos comunes. Estamos viendo el inicio de una nueva era de censura que amenaza con ser peor que la de la dictadura perfecta."

La conclusión de Sergio Sarmiento es acertada y denota la gran preocupación de muchos  periodistas y escritores como organizaciones civiles.

Jesús Silva Herzog en su artículo "callar y obedecer"  publicado en Mural menciona: "La denuncia judicial se ha convertido en el camino favorito de los censores: en lugar de contestar la crítica denunciar al crítico como violentador. La complicidad de fiscalías y jueces está prácticamente garantizada."

Alberto Aguirre en el periódico "El economista" publica ¿Censura o condena severa?  advierte lo siguiente sobre el primer caso citado:  "... sirve para constatar que hacer periodismo profesional tiene consecuencias y no hacerlo, tiene muchas más. Y graves”. Los límites de la libertad de expresión están en redefinición. Y por lo visto, no están en expansión."

Diego Petersen en el periódico "El Informador" en su artículo "Ella, ellos y la censura"  opina: "En la era de los gobiernos posrevolucionarios, el régimen autocrático se fue sofisticando e implementó mecanismos de censura muy elaborados, y en la era democrática fue a billetazos como el poder aseguró la autocensura de los medios. En la era de la 4T es la represión judicial."

¿Otro caso más de censura?

Un activista que se ha dedicado a dar seguimiento a los perfiles de los candidatos al Poder Judicial ha dado a concer diversos casos

En uno de ellos,  dio a conocer  diversos antecedentes que tenía el candidato a juez. Entre ellos publicó en la red social X  que  36 mujeres lo habían acusado por acoso sexual  y tenía otra investigación penal por homicidio culposo. 

El candidato  denunció al activista por violencia de género. El INE admitió y está activo el procedimiento. 

En el medio  sopitas se menciona el mismo: donde el activista advierte  que el hecho de que el INE comience un procedimiento en su contra de “violencia política” hacia un hombre, “es amedrentador y violatorio de la libertad de expresión”.

Los precedentes previos  vinculan los temas de libertad de expresión con las nuevas tecnologías al emitirse en redes sociales. 

La crítica u opiniones contra  servidores públicos o autoridades no estaba restringida o censurada, había un margen más amplio para expresarse sin mayores consecuencias. 

Hoy están cambiando los criterios y resoluciones. Se utiliza la estrategia para demandas civiles por daño moral o para llevar el caso como violencia política  de género ante los jueces. Un poder que ha cambiado últimamente y sigue cambiando.   


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