¡Qué difícil es pensar o imaginar que alguien nos falté por estar desaparecido? Es algo tan doloroso que lo evitamos. Y sin embargo, es una realidad presente en nuestro País.
Alejandra Nuño escribe hoy (29/12/2023) en el periódico Mural sobre ese "drama que no termina" Nos recuerda algunos datos desafiantes: "Según el Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición (SISOVID) al 30 de noviembre de 2023 había en Jalisco14 mil 415 personas desaparecidad, de las cuales el 88.10 % (12 mil 701 ) son hombres y 11.90 (mil 714) son mujeres. A esa fecha , mil 903 personas fueron registradas como desaparecidas en 2023. Así como continuó el aumento de desapariciones - que mantiene a Jalisco como primer lugar en este problema a escala nacional- también siguieron los hallazgos de fosas..."
En su opinión nos menciona que falta cumplir a cabalidad la normativa y el fortalecimiento institucional de las autoridades que se dedican a la prevención como erradicación señaladas por el Comité contra la Desaparición Forzada CED/C/MEX/VR/1 (Findings)
Aunque muchos consideran que estamos normalizando la violencia y las desapariciones, también es cierto que existen llamados porque esto no suceda. Así Arnoldo Krauz en su opinión en El País menciona: "No nos hemos acostumbrado a las matanzas en México. No forman parte de nuestra normalidad las y los desaparecidos. No dejan de ser crueles los informes del maltrato o de la muerte de las madres que buscan con las manos, con ramas y, si se tiene suerte, con palas, durante días, semanas y meses, los huesos de los suyos. No puede ser parte de nuestra cotidianeidad el asesinato de jóvenes en los últimos meses..." Para concluir al final que ante la respuesta de las autoridades una conclusión lamentable "México está enfermo"
El Ministro en retiro de la SCJN José Ramón Diaz también escribe en El País sobre las últimas acciones del Gobierno Federal en donde "ha querido borrar de sus registros a quienes estaban desaparecidos sin mostrar la más mínima empatía."
La situación es delicada y grave. ¿Cómo llegamos a esta pesadilla? ¿Cómo permitimos que ésta siga creciendo y creciendo?
Los Gobiernos actuan sin mayor sensibilidad sobre estas cuestiones, pero ¿cuánto tiempo más lo soportaremos? Tenemos derecho a vivir en este País y que sea seguro. Un entorno en donde podamos disfrutar los derechos humanos y que las próximas generaciones también se vena beneficiadas por ello.
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